jueves, 28 de julio de 2011

Espagueti a la boloñesa light

Cambia tus ingredientes de siempre por otros más sanos igual de sabrosos:

Ternera NO
Solo porque en el envase diga que tiene un bajo contenido en grasas no tiene que ser verdad. Un estudio demostró que la carne picada de ternera tiene muchas veces un 25 % más de grasa de lo que indica la etiqueta. Y eso puede suponer, si abusas de ella, la diferencia entre un vientre plano o una barriga vergonzosa.

Carne de pollo, pavo o cerdo 
Si solo toleras la ternera en tus albóndigas, cómprala en una carnicería y que te la piquen en el momento. Ese mismo estudio demostró que la ternera de carnicería puede tener hasta un 75% menos de grasa que la envasada. Y de todos modos, apuesta por la de pollo, pavo o cerdo: son más sanas e igual de ricas.

Tomate frito NO
El tomate en sí nunca es malo, pero los de brick o lata tiene un peligroso compañero: el Bisfenol A (BPA). Este químico se emplea en la fabricación de envases (aunque la UE va a prohibirlo a partir de junio) y ha sido asociado con enfermedades del corazón, cáncer y obesidad. Un estudio dice incluso que el BPA se relaciona con menor producción de espermatozoides.

Tomate natural
Te irá mucho mejor usando tomates frescos muy maduros. Pasa unos cuatro por la batidora durante cinco segundos, añade sal, un poco de azúcar y especias al gusto y tendrás una salsa de tomate deliciosa muy sana. Y si no lo has podido ir al mercado, usa tomate en bote de cristal porque es seguro que no tendrá BPA.


Pasta blanca NO
¿Sabes por qué tienes hambre una hora después de terminarte un tremendo plato de macarrones de toda la vida? Porque la pasta blanca se digiere muy rápido, lo que hace que suban pronto tus niveles de azúcar y que luego peguen un considerable bajón. Por eso muchos expertos la consideran una de las causas de la creciente obesidad en Occidente.
Pasta de quinoa
Puedes pensar que un cambio drástico a la pasta integral es la solución, pero por desgracia, no: los espaguetis marrones también te hinchan. En cambio, la pasta de quinoa es rica en proteínas, así que después de comerla te sentirás lleno durante más tiempo.
 




Parmesano NO
Es impensable – y quizá hasta anticonstitucional -, hacerse un plato de pasta sin queso rallado. Pero hay que tener cuidado: una ración de parmesano te proporciona un 20 % de tu dosis diaria recomendada de sal y hasta 10 gramos de grasa. Dos cosas nada buenas si quieres evitar la temida hipertensión.



 
Mozzarella
Comparado con otros deliciosos quesos, este de leche de búfala parece como una opción sosa y aburrida. Pero este clásico de pizzería tiene tres veces menos sal que el parmesano y un 5 % menos de grasa. Además es una gran fuente de calcio y vitamina B12, y se derrite divinamente sobre tus espaguetis, oye.   



Fuente: Consejos extraidos de la revista FHM Junio de 2011

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