La psoriasis es una enfermedad de la piel, y también de las articulaciones,
que afecta a cerca de un millón de españoles. Se trata de una patología autoinmune
(pues se produce por una alteración en nuestro propio sistema inmunológico, que
no responde adecuadamente), no contagiosa (pues no es infecciosa), crónica
(pues no llega a curar por completo, sino que alterna periodos de brotes de
lesiones con otros libres de ellos) e inflamatoria. Las lesiones que provocan
pueden agrietarse, sangrar, generar dolor, picor y escozor, afectando a la
calidad de vida de los pacientes que la sufren llegando incluso a ser incapacitante e invalidante en determinados
casos. La mayoría de las lesiones se presentan como una “placa” enrojecida,
inflamada y con acumulación de escamas de color blanquecino o plateado.
La psoriasis suele venir acompañada de un impacto emocional
en quien la sufre. La visibilidad de las lesiones puede generar sentimientos de
rechazo, vergüenza, inseguridad, problemas de autoestima e incluso de integración
social, y en un 45 por ciento de los afectados produce síntomas de ansiedad y depresión.
Recomendaciones
-Si observa una erosión en su piel sin causa conocida,
consulte a su farmacéutico, quien tras una primera valoración le dirá si debe
acudir al médico de familia o al dermatólogo.
-Si nota en sus articulaciones perdida de movilidad, dolor, deformación
o inflamación, aun con ausencia de lesiones cutáneas, consulte con su médico,
ya que existe un tipo de psoriasis que se manifiesta con estos síntomas.
-Si después de una infección de garganta, resfriado o gripe,
aparece un “sarpullido” en su piel, consulte con un especialista, ya que
ciertos procesos infecciosos agudos pueden desencadenar la aparición de la
enfermedad.
-Es recomendable la exposición al sol para minimizar el
impacto de la psoriasis, porque la radiación ultravioleta reduce la actividad
inflamatoria de la piel. Lógicamente evite en todo caso las quemaduras solares.
-Mantenga en todo momento su piel hidratada, pues con ello
se disminuye la sequedad, se elimina la descamación y se alivia el picor. Su farmacéutico
le podrá recomendar sobre el uso de cremas hidratantes y emolientes adecuadas.
-Es preferible hacer uso del baño en lugar de la ducha, pues
hidrata más la piel, empleando jabones poco detergentes y suaves. Evite secarse
con una toalla demasiado fuerte, porque esto puede irritar la piel y
desencadenar un brote.
-Aunque no observe avances en su enfermedad con el
tratamiento farmacológico que siegue, nunca lo suspenda por su cuenta, pues se
arriesga a sufrir un rebrote intenso y amplio.
-Evite situaciones
que puedan desencadenarle estrés, ansiedad y depresión, ya que todos estos
factores tiene efectos que puede incrementar las posibilidades de aparición de
nuevas lesiones. El ejercicio físico le ayudara a cumplir este objetivo.
Igualmente, evite traumatismos físicos como heridas, roces continuados, golpes,
rascados, etc., porque también suelen generar rebrotes de la enfermedad al cabo
de una o dos semanas.
-Evite el consumo de tabaco. Fumar debilita el sistema inmunológico
y, por tanto, aumenta el riesgo de contraer psoriasis. Además, existen estudios
que indican que los fumadores tienden a contraer formas de psoriais más graves
y resistentes al tratamiento que los no fumadores. Algunos estudios sugieren también
una relación entre el consumo frecuente de alcohol, incluso en pequeñas
cantidades, y la aparición de síntomas psoriásicos.
-Si le cuesta sobrellevar la enfermedad contacte con una asociación
de pacientes, pues nadie entenderá mejor su situación que otra persona que también
la padece.
Fuente: El periódico de la Farmacia
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