Las causas del estreñimiento pueden derivar de factores
físicos (cambios hormonales durante el embarazo, menopausia, menor actividad
física y deshidratación), factores psicológicos (principalmente, estrés) o como
consecuencia de algunas medicinas (analgésicos, antiácidos, antidepresivos,
etc) o algunas enfermedades (diabetes, Parkinson, etc.). Por estos motivos,
puede tener un carácter ocasional o crónico.
LA FIBRA, EL LAXANTE MÁS NATURAL
Las frutas frescas, hortalizas, verduras, legumbres o frutos
secos son alimentos ricos en fibras que tenemos que incluir en nuestra dieta
para mantener un rimo de evacuación optimo para nuestro organismo. Además, hay
algunos complementos dietéticos, como el salvado de trigo o la avena, que son
ricos en fibras insoluble y, por tanto, son eficaces para estimular los
músculos intestinales y tratar esta dolencia.
QUÉ LAXANTES ENCUENTRAS EN LA
FARMACIA
Laxantes osmóticos:
actúan arrastrando agua al interior del colon, lo que ayuda a ablandar las
heces y facilita su circulación y su salida al exterior. Algunos pueden
contener sales minerales que se absorben en el intestino, por lo que no son muy
aconsejables para las personas con la tensión arterial elevada, con
enfermedades de corazón o alteraciones renales.
Laxantes formadores de
masa: actúan absorbiendo agua e hinchándose en el interior del intestino,
lo que ablanda las heces y estimula los movimientos del colon. Para que actúen
correctamente, es necesario beber abundante agua.
Purgantes de origen
vegetal: tienen un efector irritante sobre la mucosa del colon, lo que
produce como respuesta una contracción refleja de las paredes musculares del
colon.
Laxantes que estimulan
los músculos del colon: funcionan estimulando a los músculos de la pared
del colon. Como respuesta a estos laxantes, el colon reinicia su actividad
motora normal. Y, además, se incrementa el contenido en agua de las heces, que
se ablandan y se expulsan con más facilidad.
Fuente: Revista CedintiA
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