Una forma sana de aliñar tus ensaladas es añadirles ajo. Para que el aceite tome su sabor, sólo tienes que poner un litro en un frasco e introducir ajos cortados hasta cubrir una cuarta parte del recipiente. Mantén el tarro cerrado durante varias semanas. Cuando lo abras, puedes añadir una guindilla a la mezcla
Si te gustan las verduras a la plancha conviene que sean las verduras las que untes con aceite de oliva y no la plancha. Te quedarán deliciosas.
Evita que las legumbres produzcan gases, añadiendo unos granos de comino a la hora de hervirlas.
Para evitar el desagradable olor a pescado que queda en la casa después de cocinarlo, úntalo bien con limón antes de prepararlo.
Si preparas salsa de mahonesa de leche y se te corta, métela en el congelador durante una hora y media. Luego, levantarás sin dificultad al batirla de nuevo.
Para que no amargue la piel de naranja cuando vas a preparar alguna receta con su ralladura, debes hervirla previamente durante cinco minutos.
La carne asada quedará exquisita si el día anterior la cubres con agua y sal.
Los canapés y sándwiches son un aperitivo muy socorrido, pero si no los elaboras en el último momento, el pan no se mantendrá en su punto. Para conseguir que estén frescos, cubre la bandeja con un paño húmedo, bien escurrido.
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