miércoles, 10 de agosto de 2011

Mimar los pies con una buena pedicura


Las sandalias, el calzado más habitual de las mujeres en verano, exigen una pedicura impecable. Tras el invierno, los pies piden un respiro y es conveniente someterlos a una buena hidratación y exfoliación, y también algún tratamiento para mantenerlos libres de callos y durezas. Existen distintos tipos de pedicura en función de las necesidades y del tiempo de que disponen las usuarias. Las exprés para las que quieren rapidez; con parafina si se necesita una mayor hidratación; con tratamiento blanqueante de uñas; con baño relajante.  Y la más innovadora, una exfoliación natural realizada por peces diminutos. Lo esencial es seguir cuidado los pies en casa con productos específicos para mantenerlos sanos y con buen aspecto. Esto se puede hacer de muchas maneras pero se recomienda comenzar con un gratificante baño, sumergiéndolos unos 20 minutos en agua templada con sal y unas gotas de aceite esencial de mente; con un chorrito de gel relajante. Y en caso de que se sude, añadir una cucharadita de bicarbonato con zumo de limón. Los pies quedan así mucho más descansados ligeros y a punto para una buena exfoliación. Un truco para potenciar el efecto de la hidratación es cubrirlos con una lámina de plástico y envolverlos en una toalla caliente después de haber aplicado un bálsamo o crema. El siguiente foco de atención debe ser los talones. Hay que frotarlos con piedra pómez para eliminar las durezas y grietas o peladuras. Sólo entonces se empezara a tratar las uñas. El último paso es retirar las cutículas y, si se quiere, pintar las uñas. Están de moda los colores verde y turquesa, muy atrevidos y que obligan a llevar la ropa y el calzado en sintonía. Pero también los rojos, grises, marrones y anaranjados.

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