Alivio de los síntomas
En el caso de estas afecciones características de los
primeros fríos, el objetivo es conseguir el alivio de los síntomas: bajar la
fiebre, calmar la tos, disminuir los dolores musculares y el dolor de cabeza,
aliviar la congestión nasal…Una serie de remedios que pueden ayudar en este
sentido: la miel, las infusiones de tomillo o de malva y los vahos de
eucalipto.
La equinácea
Los numerosos estudios realizados por una planta, la
equinácea, han demostrado su papel en el refuerzo de las defensas del
organismo. Concretamente, se ha constatado que su consumo reduce en un 58 por ciento
las posibilidades de contraer infecciones respiratorias. Los expertos
recomiendan empezar a consumirla en el momento en el que se produce el cambio
de estación.
Aromaterapia, otra opción
La aromaterapia es otra opción al alza, especialmente para
sanear y purificar el aire de aquellos ambientes en los que se tiene que pasar
muchas horas al día. Se ha demostrado que algunos aceites esenciales poseen fuertes
propiedades antiinfeccionsas y antivirales. Es el caso de la ajedrea, la
albahaca, citronela, el clavo, la melisa, la mandarina, el tomillo, el romero,
la savia y la verbena. Los difusores son una buena opción para acceder a estos
beneficios. Otra alternativa es recurrir a productos formulados a base de hasta
41 aceites esenciales.
Homeopatía
Así mismo, y sobre todo en el caso de los niños, los medicamentos
homeopáticos compuestos han demostrado su eficacia sobre el sistema inmune,
actuando frente a diversos tipos de virus del resfriado y la gripe, combinando
varios principios activos como el vencetósigo, que fortalece la respuesta inmune
natural, y el azufre, muy utilizado en homeopatía para el tratamiento de síntomas
asociados a la gripe, como la inflamación aguda.
Fuente: Revista Consejos de tu farmacéutico
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