lunes, 29 de agosto de 2011

Dieta sin Grandes sacrificios


En el 15% de los casos de Hipertensión bastaría con que el paciente introdujera pequeños cambios en su estilo de vida para mantener los objetivos de salud. “La falta de tiempo y las dietas severas son algunos de los motivos por los que los pacientes hipertensos abandonan el tratamiento, de modo que el mensaje que queremos trasmitir es que mejorar la salud cardiovascular no exige hacer grandes sacrificios en nuestra dieta”, comenta la doctora Olga Gonzáles Albarrán, endocrino del Hospital Ramon y Cajal de Madrid. No existe ningún alimento absolutamente prohibido en estos casos ni ninguno que haya que comer en exclusiva. Lo ideal es seguir una dieta cardiosaludabele compuesta por:

No más de un 30 % de GRASAS repartidas en: 10% de grasas de ORIGEN ANIMAL, 10% de GRASAS POLIINSATURADAS y otro 10% de ACEITES MONOINSATURADOS.

El aporte proteico debe estar en torno al 15%.

El consumo de HIDRATOS DE CARBONO, sobre todo los cereales, las patatas y las legumbres debe alcanzar el 60%.

Eso sí, la dieta de todo paciente hipertenso debe incluir entre 25 y 30 gramos de FIBRA por persona y día. La deficiencia de fibra en la dieta puede ser un factor importante de desarrollo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer de colon, estreñimiento y diverticulosis, tal y como lo ha indicado Fulgencio Saura Calisto, miembro del Departamento de Metabolismo y Nutrición del Instituto del Frío del Consejo Superior de Investigaciones Cientificas (CSIC). Por el contrario, un aporte adecuado provoca el aumento de excreción de grasa y proteína, el menor índice glicémico o la disminución del contenido calórico de la dieta, según este investigador. Otros estudio han mostrado que la fibra soluble disminuye los niveles de colesterol en sangre y tiende a reducir, por otro lado, la velocidad con que la glucosa llega a la sangre y la secreción de insulina. En esta propiedad se basa la recomendación a diabéticos de alimentos con bajo índice glicémico y ricos en fibra soluble como legumbres, frutas y verduras, explicó Saura.

La cantidad de SAL deber ser muy reducida, de unos 5 gr. diarios, con la recomendación de bajar hasta los 3 gr.

Conviene moderar igualmente el consumo de ALCOHOL y dejar de FUMAR. De las muertes producidas por el tabaco, cerca del 40% son por cáncer, el 35 % por enfermedades cardiacas y por ictus, y el 25% por patologías pulmonares”. “Dejar de fumar provoca sólo ventajas: reduce el riesgo de presión arterial, los espasmos, las enfermedades coronarias y previene la aparición de tumores pulmonares”, explica el doctor José Luis Rodicio, presidente en funciones de las Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA). Asimismo, el riesgo de infarto no mortal disminuya mas rápidamente que la mortalidad global, reduciéndose en un 50%  en los primeros doce meses e igualándose a los niveles de un no fumador al cabo de tres años.
 
Junto a una buena dieta, el papel del EJERCICIO FÍSICO es fundamental como herramienta moduladora de la presión arterial y como medida preventiva contra la obesidad, que en el 50% de los casos provoca un aumento de la presión arterial. De hecho, una práctica periódica produce un efecto vasodilatador arterial que solo se alcanza cuando se realiza un actividad física en repetidas ocasiones y con la intensidad adecuada. En el caso de los pacientes hipertensos, la doctora Martell recomienda “caminar a paso ligero o una carrera suave, de manera que alcance un gasto energético de entre el 40-60% de su consumo máximo de oxígeno”.

Fuente: Revista Consejos de tu Farmacéutico

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