Vino tinto
Una copa diaria parece ser la fórmula mágica para casi todo.
A partir de esa cantidad sus beneficios ya no son tan evidentes. Los
flavonoides garantizan la acción antioxidante y cardioprotectorra. Ayuda a
mantener el peso y unos niveles estables e omega 3 en la sangre. Recientemente
se han encontrado propiedades antiinflamatorias en el vino que protegen contra
el alzhéimer.
Zanahorias y tomate
La zanahoria contiene betacaroteno, una sustancia que se
transforma en vitamina A o retinol. Es rica en fibra e hidratos de carbono.
Contienen vitaminas B,C,D,E,K; diversos minerales y pequeñas cantidades de
proteínas. El tomate es el antioxidante perfecto y una fuente natural de
vitamina C. Se relacionan con la prevención de nueve tipos de tumores. Ayuda a
eliminar el ácido úrico y fortalece el sistema inmunológico. Se recomienda
incluso en forma de salsa porque con aceite de oliva potencia sus virtudes. Es
un vegetal casi perfecto.
Jamón de bellota
Las grasas de cerdo ibérico de bellota tienen más del 55 %
de ácido oleico (monoinsaturado). Estas grasas incrementan el colesterol HDL
(beneficioso) y reducen el colesterol perjudicial (LDL). Solo el aceite de
oliva virgen tiene un contenido de ácido oleico superior. La grasa de cerdo
ibérico es rica en proteínas, vitaminas B1, B6, B12 y ácido fólico. También es
un poderoso antioxidante.
Nueces, almendras y pistachos
tostados
Son ricos en fibras, proteínas, tienen una potente acción
antioxidante y protegen de enfermedades cardiovasculares. Pero tienen muchas
calóricas, suelen comerse en grandes cantidades y acompañados de alcohol.
Resultado, acaban engordando. Se recomienda comer entre 25 y gramos diarios, y
mejor solos.
Fuente: El País Semanal 09/10/11
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